jueves, 23 de mayo de 2013

La melodía

- Giuseppe, ma tu l'hai sentito, il pianoforte?
- No...

Pero yo sí lo había escuchado, un piano que sonaba lejísimo. Una, dos notas. Era un do agudo que se repetía, muy lentamente, como si quisiera arrancar una melodía. Un do. El do, la nota del triunfo, pero también de la sencillez, como connotaciones que pueda tener. Pero aquel do no era así, sonaba demasiado "dulce", por decirlo de alguna forma. Y efectivamente, le siguió una melodía. Una melodía serena, tranquila, sin pretensiones... Pero sobre el acorde de la menor. Una melodía que más que triste, quería mostrar el lado esperanzador de la desdicha. Una melodía muy minimalista, repetitiva, que (siempre en la quinta octava) muy despacio decía:

do - do - mi - re - mi - do - do - fa - fa - mi - do - do - do

Nella mia mente ?/.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Cambio de tiempo

Hacía muchos días que no llovía; pero ayer llovió.

El sol ya llevaba algunos días (¿quizás demasiados?, no, nunca son demasiados) dándonos su calor. (Probablemente el tiempo que yo llevo sin escribir). Pero ayer, de repente, tras nublarse el día, comenzó a llover. Y hacía frío; un frío que hasta hizo que tuviera que taparme con la colcha a la hora de dormir después de unas horas de pensamiento perdido.

[...]

No sé si dejará de llover pronto o no. Ahora toca esperar la racha. Refugio en el estudio, como de costumbre, y ya más que asimilado.

Necesito un rayito de sol.