No suele ocurrir mucho, pero hay veces en las que tienes el presentimiento de que va a ocurrir algo. Y no me refiero a algo importante, serio o grave, sino a algo "casual". Lo mejor es cuando ese presentimiento es colectivo y, además, sentido y anunciado algunos días antes.
Hay momentos en los que existe una mayor complicidad con los demás. Esos son los momentos en los que te sientes mejor, y sabes que todos vais a una. Y si falla alguien, ahí están los demás para ayudar o compensar.
Ya se acerca el final (un final que no es otro que el principio de lo que viene), pero no por ello ocurrió de forma más simple. Al contrario: por todo lo alto. A fuego.
Recordemos el caballito globo de aspecto tétrico que nos perseguía por la noche.
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